— 26 Julio de 2017
Las marcas en la era digital
Vivimos en un mundo cada vez más conectado, lo que ayuda a aumentar la complejidad y volatilidad de la economía.
La globalización que trajo internet borró las fronteras de los países, aumentando la competencia de productos o servicios, pero a la vez que esos límites se fueron borrando también se ampliaron nuestras oportunidades.
La transformación digital ha permitido a las marcas grandes y pequeñas competir en el mismo plano, ya el pez grande no se come al pequeño sino el pez más rápido se come al más lento.
En esta guerra de marcas o empresas hay un elemento que está determinando el éxito de las mismas y son las personas.
Las marcas que conecten con las personas de una forma más humana serán las que ocupen una posición favorita en la mente de los usuarios.
En un mundo que se vive a través de pantallas de smartphones, captar la atención de los consumidores es cada vez más difícil, por lo que proporcionar experiencias que conecten en un nivel más emocional se vuelve una necesidad para las marcas.
Las personas como centro de la transformación digital.
Siempre digo que la tecnología no es el centro de la transformación digital, la tecnología es solamente una herramienta que nos acerca a los usuarios; es el medio no el fin. La verdadera transformación se da cuando colocamos a las personas en el centro de la estrategia.
La hiperconectividad y el acceso prácticamente ilimitado que tenemos de la información ha provocado un empoderamiento de las personas.
Ya no es relevante lo que la marca dice de sí misma, para los usuarios es más relevante lo que otras personas tienen que decir acerca de esa marca, producto o servicio.
Las plataformas digitales y principalmente las redes sociales han empoderado a los consumidores y las marcas pasaron a ser de las personas no de las empresas.
Recientemente Uber se enfrentó a una crisis luego de que uno de sus directivos mostró su apoyo al presidente Trump, en medio del conflicto sobre el ingreso de algunas personas de países mayormente musulmanes a Estados Unidos.
Los usuarios de Uber se mostraron molestos y llamaron a las personas a manifestarse borrando la aplicación y usando el hashtag #DeleteUber en Twitter. El impacto fue global y Uber tuvo que asumir las consecuencias.
Según Fortune Uber perdió 200,000 usuarios por motivo de la protesta #DeleteUber.
Los valores y actitudes que tienen las marcas cobran relevancia para los usuarios, si la marca no se alinea a los valores de su público objetivo, estos simplemente tomarán su dinero y se irán a otra parte.
El nuevo contexto.
Entendiendo que las personas son el centro de esta gran revolución, se vuelve indispensable para las marcas conocer ese contexto en que se encuentran los usuarios.
La penetración de internet se ha acelerado de forma exponencial. Se estima que hay cerca de 3.773 billones de personas con acceso a internet. De esos 2.789 son usuarios activos de redes sociales y el 50% del tráfico web proviene de dispositivos móviles.
No podemos negar que internet y los dispositivos móviles han cambiado en gran manera la forma en que se comporta el ser humano.
¿Entienden las marcas ese nuevo contexto? A veces pareciera que estamos algo lejos de comprender este nuevo mundo.
El nuevo consumidor demanda experiencias, información, contenido de valor. Ya no se vale decir que soy el mejor, debo demostrarlo y además debe ser validado por otras personas.
Las marcas están en internet pero no han comprendido a las personas, su contexto, comportamiento, intereses. Anteponen la herramienta a los usuarios e ignoran que ellos son los protagonistas, no la marca.
Se llevan las estrategias de canales tradicionales a los canales digitales, omitiendo que no se comportan igual y que los usuarios lo que esperan son experiencias personalizadas.
Un mundo irreversible.
Escuchando una entrevista que le hacían a un especialista en experiencia de usuario, le preguntaron a éste ¿qué pasa si las marcas no reaccionan a esta revolución digital? y él respondió: que el mundo no iba a dejar de avanzar porque alguna empresa no lo hiciera.
La transformación ya comenzó y no se va a detener; sólo aquellas marcas o empresas que comprendan el nuevo mundo y decidan construir en él, así tengan que desaprender y aprender cosas nuevas, serán las que lideren con éxito.
La tecnología ha cambiado la forma en que nos comunicamos, relacionamos e interactuamos, esto significa una nueva realidad para las marcas y empresas, negar esto significa un suicidio; confirmarlo significa que un abanico de oportunidades está a la vista.
No hay vuelta atrás, el mundo nunca va a volver a ser lo que era antes, la tecnología nos ha cambiado; bien utilizada ha potenciado nuestras habilidades y nos ha facilitado muchas tareas; es difícil visualizar un futuro sin ella.
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